viernes, 12 de marzo de 2010

Crónicas de Conciertos: Yo-Yo Ma, Auditorio de Zaragoza

No sólo de voces vive el aficionado a la ópera. También asistimos a conciertos de música instrumental, sea sinfónica, sea de cámara, etc. De esas funciones también iremos dando cuenta en el blog mediante crónicas ofrecidas por nuestros socios.

En este caso, un socio nos ofrece una crónica del concierto ofrecido por el cellista Yo-Yo Ma en el Auditorio de Zaragoza el pasado 3 de marzo, dentro del XIII Ciclo de Grandes Solistas "Pilar Bayona" 2010.

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Dentro del ciclo de Grandes Solistas "Pilar Bayona" que como cada año se celebra en nuestra ciudad de Zaragoza, el pasado día 3 de Marzo le tocó el turno al chelista de origen chino y nacionalizado estadounidense Yo-Yo Ma junto a la pianista británica Kathryn Stott. En el programa encontramos obras de Franz Shubert, Dmitri Shostakovich y Cesar Franck, junto a dos pequeñas piezas, una del compositor argentino Astor Piazzola y otra de los compositores brasileños Egberto Gismonti y Nelson Carneiro.

Comenzó la primera parte del programa con la Sonata en La menor para Arpeggione y piano D.821 del compositor austriáco Franz Shubert. Con tres movimientos, esta composición evocaba claramente los principios que regian las obras correspondientes al romanticismo propio de mediados del siglo XIX. Lamento, sensibilidad, melancolía..ambos interpretes consiguieron, en mi opinión, una interpretación evocadora y natural, de gran belleza y lirismo, especialmente en el adagio, el 2º movimiento. Sorprendió a este cronista la expresividad de Yo-Yo Ma en su ejecución, metido por completo en la partitura, amplificando con sus gestos las sensaciones provocadas por la música. Ignorando el atril, toda la composición ya estaba instalada en su cabeza. Solo los grandes interpretes que han dedicado muchas horas al estudio y ejecución de una composición son capaces de tal virtuosismo, asi como un buen orador elabora su discurso sin necesidad de apunte alguno. Como contrapunto, la concentración de la pianista Kathryn Stott, si acaso algo mas fria en la interpretación.

El compositor de origen ruso Dmitri Shostakovich fue el segundo compositor abordado en esta primera parte del programa, con su obra Sonata en Re menor Opus 40. Frente al romanticismo del siglo XIX estamos ante una obra que entra dentro del periodo vanguardista que hubo a mediados del siglo XX. El cronista se sorprendió por la energía en la interpretación, el carácter agresivo, incluso revulsivo que provocó en mí inquietud, confusión, rebeldía..conociendo la biografía de este genial compositor en la extinta Unión soviética, su naturaleza cobrá todo su significado.

Para acabar esta primera parte del programa ambos interpretes eligieron una pequeña composición del gran compositor argentino Astor Piazzola titulada "Le Grand Tango". Una pieza breve de duración pero colorista e intensa, que sirvió en mi opinión de efecto balsámico, frente a la energía del anterior compositor, evocando ritmos porteños fácilmente reconocibles y absolutamente sensuales
La segunda parte del programa se inició con una pieza breve de dos compositores contemporáneos brasileños, Egberto Gismonti y Nelson Carneiro titulada "Bodas de Prata y Quatro cantos". En apenas 12 minutos, sonidos evocadores a lluvia, a bossa, alegria y meláncolía confundíendose. El piano fue aquí el instrumento dominante, mientras el sonído del chelo giraba alrededor como rondandolo, acariciándolo, acompañándolo, en fin. Un servidor cerró los ojos y se dejó llevar. Pura poesía musical.

Terminó el programa volviendo al comienzo, a un compositor del período romántico del siglo XIX, Cesar Frank, de origen belga. Ambos interpretes volvieron a la concentración y a la calma, contenidos, dejándo que las notas se desprendieran hacia el público, obligándolo a adaptarse al ritmo, dominándolo. Apoteosis romántica y emoción en estado puro. Todos, o en su mayor parte, rendidos a la seriedad, profundidad de la partitura. Era como ver llover en el campo desde una habitación en silencio.

El público agradeció con encendidos aplausos la actuación de ambos interpretes, poniéndose en pie en su mayor parte. Y no era para menos, pues habiamos presenciado uno de los grandes recitales del año. Y eso, a pesar de que la sala Mozart del auditorio no es la mas recomendable por acustica para conciertos grupos de camara o solistas, pues el sonido suele perderse en las localidades mas alejadas del escenario. Una crítica he de hacer, no todo iba a ser tan perfecto. El piano en algunos momentos conseguia "tapar" el sonido del cello, distorsionando de esta manera la percepción del sonido. Esto, que desde el coro platea y butacas de primeras filas era inapreciable, fue comentado por algunos espectadores del anfiteatro.

Hubo tres bises con piezas de Massenet, Falla y Saint Saëns. Al termino de los cuales Yo Yo Ma hizo un evidente gesto con las manos señalando que "se acabo". El público hubiera seguido pidiendo bises sin fin, pues fue un espectáculo mas que excelente.

2 comentarios :

johnny guitar dijo...

Aprovechando la crítica de este concierto, quisiera reseñar un disco protagonizado por el celista Adolfo Gutiéerez acompañado al piano por Luis fernando Pérez. El sello Verso editó obras de Barber -Sonata op.6-, Piazolla -Le Grand Tango, que oimos en el Auditorio- y, especialmente de Rachmaninov - Sonata op.19-.

http://www.verso.es/lib/verimagen.php?ref=VRS 2010&type=portada_hi
johnny Guitar

Anonymous dijo...

No sabía lo genial que es Yo-Yo Ma hasta que he tenido ocasión de oirlo en directo. Me pareció un concierto perfecto, muy equilibrado el repertorio y magistral la ejecución. Una bonita compensación de la "espantada" de Lang Lang un mes antes...