domingo, 20 de junio de 2010

Crónicas de funciones: La ciudad muerta, Teatro Real.

Die tote stadt. La ciudad muerta
18 de junio. Teatro Real de Madrid
Paul.-Burkhard
Marietta/Marie.- Solveig Kringelborn
Frank/Fritz.- Lucas Meachem
Brigitta.- Nadine Weissmann
Orquesta Titular del Teatro Real
dirigida por Pinchas Steinberg
director de escena Willy Decker

Si alguien triunfó plenamente anoche en el Real fue el compositor, Erich W. Korngold. Una música intensa, impactante, que llenaba el Teatro con una magia turbadora y a la vez ensoñadora. Una música romántica, potente, profunda, cautivadora que fue bien conducida con buen pulso por Steinberg e interpretada por la Orquesta que tuvo una feliz noche.
Un montaje que me gustó y que me evocaba a Marietta pero me recordaba a Rebeca (Hitchcok, 1940). Si Paul buscaba con ahinco a Marie, era Marietta quien se le representaba, lo mismo que la huida de Max de Winter tenía su parangón en la fiel servidora de Rebeca, la Señora Danvers. Y la presencia onmipresente de Marie era sustituida en ese ambiente de Brujas, por Rebeca en Mardeling.
Un segundo reparto convincente a pesar de que la orquesta tapó a la Kringelborn en su entrada; a sus molestos vibratos en las notas agudas o al fallido final del segundo acto por ambos protagonistas. Kringelborn actuó bien escénicamente con un más que correcto tenor B. Fritz y acompañados por unos eficientes Lucas Meachem y Nadine Weismann.
Pero la música -díficil música para cantar-, insito, fue lo mejor de la noche. Y escuchando atentamente la partitura, ya se intuían las notas que más tarde culminarían en Capitan Blood y El Halcón del mar. En el Intermedio del segundo al tercer acto y los treinta muntos finales de la ópera ya se escuchaba a Flynn y a De Havilland en los mares del Caribe.

johnny guitar

1 comentario :

Anonymous dijo...

que basura, por Dios!!!