

Estuvo acompañado por Sondra Radvanosvsky (Aida), Marcelllo Giordani (Radamés), Ildiko Komlosi (Amneris, que sustituía a Luciana D´Intino) y Stefano Palatchi (El Rey). Acompañados por la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro del Liceo, el Coro del mismo nombre, mermado parcialmente por una huelga de parte de los cantantes, pero completado por la Polifónica de Puig-Reig. Todos ellos dirigidos por el italiano Renato Palumbo quien condujo correctamente la ópera verdiana.
La clásica escenografía de Josep Mestres Cabanes, restaurada por Castells, la iluminación de Faura y el vestuario de Squarciapino protagonizaron una noche que nos llevó al Egipto de Ramsés III.
Destacó la espectacular voz de Radvanosysky. Cálida, sensual, dominando los registros de su papel, y aunque su acento no sea el mejor de los italianos, fue largamente aplaudida en el “O patria mia”. Giordani destacó en las notas altas, con un canto irregular y problemas en el segundo acto. Amneris destacó sobre todo en el último acto, pero su Anmneris se difuminó ante una potente Aida. Correcto sin más Palatchi. Destacaron, por bien servidos, los papeles del mensajero y la sacerdotisa en las voces de Fadó y Copons.
Todos ellos fueron acompañados por una orquesta que sonó potente y verdiana y que dibujó, junto con los cantantes, una refinada música para las ciudades de Menfis y Tebas.
fdo. Sergio Castillo
No hay comentarios :
Publicar un comentario