sábado, 21 de abril de 2012

Crónicas de funciones: "El Relámpago" en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.

Justo al año siguiente de la inauguración del madrileño Teatro de la Zarzuela (octubre,1856) se estrenaba en dicho coliseo El relámpago, zarzuela en tres actos, con libreto de Francisco Campodón y música de Francisco Asenjo Barbieri. Una zarzuela que tuvo un rápido éxito -se estrenó, pronto, en Zaragoza- pero que cayó en el olvido en el siglo XX. Los responsables artísticos de la Zarzuela la han respuesto los días 14 y 15 de abril de 2012 -la crónica es del segundo día-, en versión concierto, con coro masculino, dos sopranos y dos tenores, uno de ellos cómicos. Las protagonistas Enriqueta -Ana María Sánchez-, Clara -Yolanda Auyanet-, León -José Luis Sola- y Jorge -Lorenzo Moncloa-, han sido dirigidos por José Miguel Rodilla.



Una orquesta empastada con algún leve desajunste en los metales y con fuerza en la cuerda, acercaron al espectador a una zarzuela belcantista, próxima a Donizetti y Bellini pero que también podría reordar al primer Verdi. Una música más italiana que castiza -alejada del futuro Barberillo (1874)- pero con elementos propios hispanos y cubanos. De hecho, la acción transcurre en una hacienda de Matanzas y un coro final  con aire de tango cerraba la zarzuela aunque con buen criterio musical  se ha incluido entre actos cerrando "El relámpago" con un potente concertante destacando sobre todos ellos el agudo de Auyanet.


Élla, junto con Sola, fueron los triunfadores de la noche. La parte cómica, menos musical, ha sido bien llevada y cantada por Moncloa, de emisión justa de voz y comedida, aderezada con grandes dosis actorales. Sánchez ha destacado por la seguridad en su canto aunque con algún problema en las zonas altas y en su, a veces, no buena dicción, enmascarada por el canto. La pareja Auyanet, voz agradable, cálida, con perfecta dicción y la soltura del tenor, su emisión y su buen gusto en el canto, a pesar de un timbre algo feo, se han llevado las mejores ovaciones; especialmente el tenor en sus partes de solista y en el efectivo dúo que reliza con un fagot en la romanza "volver a ver un día", tal vez la pieza más belcantista de la zarzuela, junto a los concertantes que han ido cerrando los tres actos. Zarzuela que debería ser estrenada en su conjunto, a pesar de lo endeble de su libreto, pero exquisita musicalmente.

Más información en el PDF facilitado por el propio Teatro de la Zarzuela, aquí

fdo. Sergio Castillo

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