sábado, 25 de diciembre de 2010

Crónicas de funciones: Rosenkavalier, Teatro Real, 19/12/2010

En primer lugar debo decir que El caballero de la rosa es una obra magnífica, que gana mucho en directo. Me sigue resultando un pelín larga, algunos momentos de enredo son reiterativos. Pero en general es una obra deliciosa.

Musicalmente, Tate hizo una labor magnífica. La orquesta del Real sonaba empastadísima, nítida, con presencia, con mil detalles. En fin, deliciosa. Que siga así. Tate salió a saludar al final. Impresionante la fuerza que emana de él.

La puesta en escena de Wernicke y cia. es una gran propuesta, que en directo pierde algo de la genialidad que mostraba en dvd, ya que el juego de espejos no funciona siempre bien, según la ubicación del teatro en la que uno se encuentre. También era mejorable algún detalle de la dirección escénica. Pero bueno, en resumen, una propuesta notabilísima.

Vocalmente:

Schwanewilms, como la Mariscala: todo un descubrimiento escuchar a esta mujer en directo. La voz es de una belleza hipnótica. Inlcuso esos sonidos fijos que aparecen a veces en el registro agudo tienen un atractivo singular, porque son fijos pero vuelan. La voz no es pequeña. En todo momento la escuché perfectamente desde las butacas de delantera. La voz está bien proyectada, controlada al milímetro. Y como Mariscala fue sensacional, paladeando el monólogo, primero, y con sus intervenciones en el tercer acto, después. Maravillosa.

J. Di Donato, como Octavian: me gustó muchísimo. En general, estuvo intachable, tanto en lo vocal como en lo escénico. Quizá alguna subida al agudo un tanto descontrolada y algún grave comprometido, muy esporádicamente. Pero en general, sobresaliente.

O. Sala, como Sophie: empezó soberbia en la entrega de la rosa, pero fue a menos, aunque fue capaz de remontar para el trío y la escena final. Me esperaba algo bastante peor, y la verdad es que el control vocal en la entrega de la rosa fue soberbio.

Hawlata, como Ochs: a ver cómo lo digo... Es un cantante infame. Pero este papel pide un "canto" tan singular. Es evidente que el papel se puede leer de forma ortodoxa, pero Hawlata no hace nada que no hiciera un Edelmann. Es decir, un Ochs grotesco, zafio, demasiado hablado y poco cantado, lleno de sonidos feos, rebuscados. Pero, para qué engañarnos, en este papel todas esas heterodoxias me molestaron menos. Si estuviese haciendo un Leporello o cualquier rol italiano, en fin, cualquier otro papel, el despropósito habría sido total. Pero en un papel como el de Ochs, francamente creo que el horror fue matizable.

Zapata, como el cantante italiano: muy justito. El pasaje no hacía ese "click" necesario, y el agudo no terminaba de entrar, crecer y proyectarse. Digamos que el agudo "tocaba" los resonadores pero no los utilizaba. En fin... la voz es buena, tiene cuerpo, presencia, pero técnicamente ese pasaje no le da ningún juego. Sufrí un poco con sus subidas al agudo, ya digo. Mejorable.

L. Nouri, como Faninal: desde ya debo decir que Nouri es un gran actor y para nada una voz menor, como a veces se sugiere. Va más que bien por arriba y por abajo. Un barítono francamente mejor que unos cuantos que han pasado por el Real. Sus breves intervenciones fueron intachables.

En resumen, pues, una función de un nivel musical notable, disfrutable, con un reparto estupendo, salvo leves lagunas, y con una puesta en escena con marcada personalidad.


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