Impresiones de un asistente a la presentación

¿Gracias? Gracias a vosotros, que os habéis lanzado "a cuerpo" a esta aventura, poniendo ilusión, trabajo, tiempo y dinero. Por supuesto que trataré de ayudar de la manera que pueda; al final del acto fui a apuntarme como socio, y aquí estoy para lo que sirva. En cuanto a la presentación en sí, yo esperaba que en una ciudad con esta población, y que no dudo que está sedienta de ópera, asistiera más gente. Estas cosas, como todo, necesitan difusión y permanencia en el tiempo, y en el turno de intervenciones, al enterarme de lo que cuesta un anuncio en prensa, comprendí perfectamente que no se hubiera podido publicitar más y que, por tanto, la concurrencia no fuera más abundante.

La charla giró sobre varios ejes:

- Recordatorio del estado de la ópera en Zaragoza en su mejor momento, con Johnny Guitar transportándonos a los años 70 y describiendo los pastiches de orquestas tan pintorescos a los que se recurría entonces, así como al préstamo de decorados del Liceo.

- Los "sitios de Zaragoza" en los que a día de hoy podría haber representaciones, llegando a la conclusión de que sólo es viable el Teatro Principal (con un recordatorio para las ocasiones dolorosamente perdidas: la Expo y el indignante caso del Teatro Fleta)

- El tipo de representaciones que admite ese único teatro: casi descartadas las grandes óperas de repertorio, teniendo que centrarnos, al parecer, en óperas de pequeño formato en cuanto a orquesta y requerimientos escénicos, pero cuidando mucho la calidad. Aquí es donde más incidió el Sr. González en apostar por la ópera barroca.

- Los objetivos de la Asociación y lo que se puede hacer a día de hoy: éste fue el apartado que desarrolló principalmente el presidente de la Asociación, y lo hizo con gran realismo, pero sin caer en el pesimismo en el que algún miembro del público estuvo a punto de sumergirnos a todos. Apuntó, básicamente, a recitales, óperas en formato concierto y óperas para niños. Y luego pronunció las palabras clave: paciencia y tiempo.

- Sin tanto peso en el debate, también se aludió al escasísimo interés, por no decir oposición, de los gestores culturales de Zaragoza ante la ópera, y a la irrelevancia de nuestra ciudad en este tema, comparada con casi cualquier otra de España (única capital de Comunidad Autónoma que carece, no ya de teatro y temporada de ópera, sino incluso de orquesta estable).

Bueno, éste es el panorama. Como el propio Aragón, bastante yermo, ¿verdad? No obstante, a mi modo de ver, la ventaja es que, como todo está por hacer, tenemos mucho para hacer y podemos hacerlo. Junto con lo dicho en la charla, pienso que hay que ir poco a poco, no intentar grandes cosas que sean flor de un día, sino ir dando pasos, grandes o pequeños pero que sean siempre hacia adelante. Permanecer, estar ahí. Tratar cada día de ir ganando adeptos. Hasta que llegue el momento en que alguna lumbrera de las altas instancias se dé cuenta de que Zaragoza no podrá presumir de tener una programación cultural completa mientras siga teniendo en el ostracismo a la ópera. Si cuando llegue ese momento nos encuentra preparados, será nuestra oportunidad. Mientras tanto, la capitalidad cultural europea a la que aspiramos, y con la que tanto se llenan la boca algunos, no pasará de ser una quimera. Reitero mis palabras de ánimo y agradecimiento para quienes han emprendido este proyecto, así como mi disposición para ayudar a tirar del carro.

Un asistente a la presentación

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Desde la Asociación, sólo podemos deciros: mil gracias por vuestro apoyo.